La flora de un recién nacido es muy limitada al nacer, poco a poco se va desarrollando a través de la transmisión de microorganismos entre el bebé y su entorno.
La flora de un bebé está muy condicionada por el tipo de parto y por la lactancia, siendo los procesos naturales los que le aportaran una microbióta más diversa y equilibrada. Así el parto vaginal proporciona más microorganismos en el tubo digestivo del bebé, que un parto por casàrea. La lactancia materna ayuda a que las bacterias beneficiosas, como las bífidobacterias y los lactobacilos, que nos protegen frente a enfermedades respiratorias y digestivas, se desarrollen en el intestino. Cuando no es posible la lactancia materna o optamos por leches formuladas hay que verificar que estas incorporan diferentes cepas de probióticos.
De la misma forma cuando llega la alimentación complementaria, debemos tener en cuenta que la nutrición deficiente de nutrientes y vitaminas puede influir en el daño de la flora intestinal. La microbióta de un niño se estabiliza alrededor de los tres años, por ello es tan importante la ingesta de probióticos saludables desde la infancia temprana. Para que tengan una microbiota rica, diversa, equilibrada y resiliente.
¿Cómo fortalecer la microbióta en la infancia?
- Alimentación saludable de la madre en el embarazo.
- Si tienes la posibilidad, optar por la opción de parto vaginal.
- Lactancia materna exclusiva durante los primeros 6 meses siempre que sea posible.
- Consumir probióticos saludables.
- Masticar muy bien la comida.
- Lavarse muy bien las manos.
- Ingesta de frutas y verduras.
- Antibióticos solo cuando sea realmente necesario.
Beneficios de los probióticos para la salud de los niños
No todos los probióticos son iguales ni actúan de la misma forma, así que antes de tomar probióticos es aconsejable consultarlo con un profesional. Pero de forma general si no es para tratar un problema muy concreto los probióticos líquidos que contienen diferentes cepas de microorganismos son una opción equilibrada y saludable que ayudan a las funciones del organismo. Aquí te contamos algunos de sus beneficios:
- Mejora de la salud digestiva: ayuda a mantener un equilibrio saludable de bacterias en el intestino. Lo que puede ayudar a prevenir problemas digestivos como diarrea, estreñimiento, gases y cólicos en los niños.
- Refuerzo del sistema inmunológico: fortalece la impermeabilidad intestinal, ayudando a prevenir y reducir la incidencia de enfermedades respiratorias, gripe y otitis media.
- Prevención de infecciones intestinales: ayudan a prevenir infecciones intestinales causadas por bacterias patógenas, ya que los microorganismos beneficiosos van colonizando el intestino neutralizando a los dañinos.
- Mejora de la absorción de nutrientes: garantiza una mejor utilización de vitaminas, minerales junto con otros nutrientes esenciales para el crecimiento y desarrollo adecuado de los niños. Ayudando a regular el equilibrio de nutrientes y contribuyendo a un peso saludable
- Apoyo a la salud mental: Existe una importante conexión entre el intestino y el cerebro a través del nervio vago. Los probióticos pueden influir positivamente en este vínculo, mejorando el estado de ánimo, reduciendo la ansiedad y la depresión en los niños.
- Reducción de las alergias: se ha observado que el consumo de probióticos durante el embarazo y la lactancia, así como en la infancia temprana, puede disminuir la incidencia de dermatitis atópica y las alergias alimentarias.
¿Qué alimentos contienen probióticos?
Los probióticos se pueden encontrar en diferentes alimentos y suplementos. Algunas fuentes comunes de probióticos son los alimentos fermentados como el yogur y frutas como la manzana, la piña, la naranja o los frutos rojos, que proporcionan vitaminas y nutrientes perfectos para la salud de la flora intestinal y son muy apropiados en la infancia. Además ayudaremos a generar buenos hábitos alimentarios. Comiendo alimentos frescos y de temporada, evitando azúcares y alimentos procesados. Evitar los alimentos muy salados, picantes o muy dulces para potenciar el sentido del gusto y los sabores naturales.
En los momentos de cambio que pueden generar estrés cómo: vuelta al cole, cambio horario, vacaciones y falta de rutina, resfriados, cambio de estación… es importante darles un suplemento probiótico líquido con cepas diversas de microorganismos que les ayude a mantener o restablecer el equilibrio de la flora intestinal. Así como vitaminas y minerales necesarios para el buen funcionamiento del organismo. Los probióticos líquidos microbz kids son la opción perfecta para los primeros años así como para las madres durante el embrazo y la lactancia. Son muy completos y equilibrados ya que combinan diferentes cepas de microorganismos, con extractos de plantas, jugos y minerales.