Es imprescindible ventilar los espacios cerrados a diario para asegurarnos de que el ambiente es saludable para las personas que vivimos en él
La ventilación natural, que consiste en abrir las puertas y ventanas de casa durante unos minutos, es una costumbre que cada vez se está perdiendo más y que, por el contrario, es cada vez más necesario.
Actualmente, en casa tenemos una gran cantidad de productos químicos que desprenden sustancias tóxicas en el ambiente, y que terminan por afectar a nuestra salud. Productos de limpieza convencional, artículos de cosmética y cuidado personal, potes de pintura y barnices a medias, son algunos de los ejemplos. Además, los mismos muebles del hogar, las humedades, algunos materiales de construcción o las acumulaciones de suciedad o polvo en cortinas, alfombras o moquetas, también son perjudiciales.
Todas estas sustancias nocivas se van acumulando en el aire, por eso en muchos casos es más perjudicial el ambiente de los espacios cerrados que el del exterior, y es donde pasamos más horas a lo largo de nuestro día a día. Hay colectivos como los niños y la gente mayor que son especialmente sensibles a este tipo de contaminación, de la misma forma que las embarazadas y las personas con alergias y enfermedades respiratorias crónicas como los asmáticos.
De hecho, a este tipo de contaminación se le añade la acumulación de dióxido de carbono al no ventilar adecuadamente. Eso se señala como una de las muchas causas del aumento exagerado de alergias y trastornos de los últimos años. Las sustancias químicas que flotan en los espacios cerrados, así como el exceso de aparatos electrónicos, hace que los ambientes cerrados puedan ser muy perjudiciales para nuestra salud. Nos provocan enfermedades a la larga, empeoran los síntomas de las que ya padecemos, aumentando la tos o las irritaciones, por ejemplo. Y son las causantes de trastornos que podemos tener a menudo: migrañas, insomnio, sequedad de ojos, dolores de cabeza, mareos… Algunos expertos, incluso lo relacionan con problemas cognitivos como el déficit de atención.
Así pues, hemos de intentar contar con una ventilación adecuada de los espacios donde pasamos mucho tiempo como nuestro hogar, oficina, coche, etc. Se recomienda ventilar a diario entre 10 y 20 minutos para mantener un ambiente saludable. Tan si es invierno como verano, teniendo en cuenta no excederse cuando hace frío ya que tendríamos que incrementar el consumo de calefacción. Es importante hacerlo durante el día ya que es cuando los árboles están fabricando oxígeno, y si puede ser, a primera hora de la mañana que no hay tanta contaminación ambiental.
Otra medida que nos puede ayudar a renovar el aire, es colocar una o dos plantas por habitación. Nos ayudaran a depurar el aire más fácilmente, ya que filtran muchas de las sustancies tóxicas que tenemos en casa y les rebajan el nivel. Por ejemplo el potos, una de las plantas de interior por excelencia, depura el monóxido de carbono y el benceno, entre otros.