Dormir bien y durante unas ciertas horas seguidas es tan o más importante para nuestra salud que tener una buena alimentación o hacer ejercicio regularmente
Nuestro organismo necesita unas ciertas horas al día de descanso, es un tiempo para que nuestros órganos y diferentes sistemas se recuperen del trabajo que han estado haciendo durante todo el día. Eso no quiere decir que se detengan durante estas horas, pero sí que disminuye su actividad y cambia la tipologia.
El sueño es necesario para estar activo y con energía el día siguiente, y para muchos aspectos mentales como el asentamiento de la memoria o la claridad de las ideas. Así pues, dormir es imprescindible para funcionar correctamente tanto en el aspecto físico como el mental.
En el primer de los casos, está demostrado que las personas con trastornos del sueño tienen más probabilidades de ser obesos, por ejemplo. Un mal descanso también debilita el sistema inmune, y por tanto somos más propensos a padecer enfermedades de todo tipo. En el aspecto mental, las personas con insomnio son más propensas a padecer ansiedad, depresión, estrés, etc. Acostumbran a manifestar falta de concentración, pérdidas de memoria y un estado de ánimo mucho más irritable.
Importa la cantidad de horas que dedicamos a dormir, pero también la calidad con la que lo hacemos. Por un lado, un adulto necesita entre siete y nueve horas diarias aproximadamente. Esta cifra puede alterarse un poco dependiendo de la persona, y se debe de aumentar durante la infancia y la adolescencia, y tiende a disminuir durante la edad avanzada.
Por lo que hace referencia a la calidad, es importante pasar varias veces por las diferentes fases del sueño ya que unas están más relacionadas con el aspecto físico y otras con el mental. También se deben de tener en cuenta las condiciones en las que dormimos, como hacerlo durante bastantes horas seguidas y en buenas condiciones.
De hecho, se considera insomnio el hecho de tardar mucho rato en dormirse, despertarse varias veces a lo largo de la noche o dormir pocas horas.
Algunos consejos que podemos seguir para mejorar la calidad del sueño son: avanzar la hora de cenar, quitar todos los dispositivos electrónicos de la habitación, intentar seguir una rutina de horario, usar tapones para evitar el ruido del exterior, tener la habitación completamente oscura y a una temperatura adecuada, etc. También podemos empezar a tomar algún suplemento natural para el sueño como Bio-live Sleep, que es una bebida fermentada con plantas medicinales como la manzanilla o la valeriana, además de otras hierbas, zumos, minerales y microorganismos beneficiosos.