Durante los cambios de estación especialmente, debemos poner atención a nuestra dieta para sentirnos activos y prevenir resfriados y otras enfermedades
Los cambios de temperatura, así como las lluvias, la vuelta a la rutina después de las vacaciones, el cambio horario, etc. son algunos de los motivos por los que solemos encontrarnos más cansados durante los cambios de estación, y tenemos más posibilidades de enfermar.
Debemos hacer ejercicio regularmente, descansar las horas necesarias, así como evitar el estrés; pero la clave siempre es seguir una dieta equilibrada, cuanto más variada mejor. Debemos de tener en cuenta que un 70% de las defensas o del sistema inmune, se encuentra en nuestros intestinos, así que ya se nos da una pista de la importancia que tiene la alimentación en este aspecto. Como consejos generales, tenemos que intentar evitar ultraprocesados, exceso de carnes y de azúcares, fritos, etc. e incrementar estos tipos de alimentos:
- Líquidos: el agua es esencial para nuestra hidratación y nos ayuda a depurar nuestro cuerpo. Recomendamos beber entre dos y tres litros al día. También podemos combinarlo con otras bebidas naturales. Recomendamos especialmente las infusiones y los tés.
- Vitaminas A, B, D, E y minerales: Debemos asegurarnos de recibir las vitaminas y los minerales suficientes, así que debemos intentar incrementar el consumo de verduras, frutas, legumbres, pescado azul, cereales y frutos secos.
- Ajos y cebollas: Tienen un gran poder antioxidante y son antibióticos naturales. Contribuyen a reducir las hinchazones y a proteger el hígado, entre muchos otros beneficios. Se recomiendan mejor crudos que cocidos, ya que pierden algunas de sus propiedades.
- Cítricos: principalmente limones y naranjas. Gracias a su alto contenido en vitamina C hacen un trabajo de prevención de los resfriados y gripes, aunque también ayudan a aliviar los síntomas y a que se superen más rápidamente una vez contagiados.
- Verduras crucíferas: antioxidantes, antiinflamatorias, ayudan a desintoxicar el organismo y a fortalecer el sistema inmune. Principalmente los diferentes tipos de col, el brócoli y los rábanos.
- Setas: no es una coincidencia que sea un producto de temporada en otoño. Las setas en general aportan una gran cantidad de minerales y vitaminas, y por eso son muy recomendables en nuestra dieta.
- Alimentos fermentados: aportan microorganismos beneficiosos para la microbiota o flora intestinal, que además de fortalecer el sistema inmunitario, también ayudan a la correcta absorción de los nutrientes.
- Jengibre: uno de los mejores ingredientes para estimular el sistema inmune, ayuda también a la cura de resfriados y episodios febriles, y ayuda a limpiar el organismo, entre otros.
- Miel: también es un antibiótico natural que aporta muchos nutrientes a nuestro cuerpo y es muy efectiva con algunos síntomas gripales como la tos. A pesar de eso, debemos de tener en cuenta que tiene un alto componente calórico y no es recomendable abusar de ella.
- Algunas especias y hierbes medicinales como la equinácea, la cúrcuma, el clavo o la canela. Se pueden tomar en infusiones, sopas o suplementos.
De hecho, una forma muy cómoda de adquirir y asimilar mejor los nutrientes de estos alimentos es tomar Bio-live diariamente. La mayoría de versiones acostumbran a tener bastantes de estos ingredientes: son líquidos, contienen microorganismos beneficiosos, especias, plantas medicinales, algún tipo de seta, jengibre, etc.