Los productos microbiológicos a partir de enzimas y microorganismos beneficiosos son la mejor opción para el buen mantenimiento de una fosa séptica
Las fosas sépticas son la solución para el tratamiento de aguas residuales en espacios que no se pueden conectar a la red pública de alcantarillado. Son ejemplos de ello, muchas viviendas como masías y chalés, granjas y otros negocios en entornos rurales, así como muchos alojamientos turísticos rodeados de naturaleza.
Estos sistemas requieren un mantenimiento muy minucioso ya que, si no es así, pueden comportar graves problemas: malos olores, obstrucciones, acumulación de residuos, plagas, etc. Todo dependerá siempre del volumen de residuos y de la calidad de los productos que se le aplican.
Por lo que se refiere al volumen, se debe tener en cuenta el número de personas que viven en la casa y el volumen de residuos que generan para escoger una fosa que sea de la medida adecuada. No hay que tirar residuos que no sean orgánicos por las tuberías como toallitas íntimas o bastoncitos de las orejas, ya que se podrían acumular y provocar una obstrucción grave.
La frecuencia de utilización también es importante, por ejemplo, en una casa rural los problemas pueden agravarse cuando la fosa está prácticamente sin funcionar durante el invierno, y de repente hay una gran demanda por la temporada alta.
Por otro lado, en referencia a la calidad de los productos que aplicamos, se deben tener en cuenta los productos para el mantenimiento de la fosa y los que llegan a ella de forma indirecta, como los detergentes y los champús. Tanto los unos como los otros acostumbran a contener sustancias químicas nocivas que eliminan los microorganismos beneficiosos, aumentando así el poder de los patógenos y rompiendo el equilibrio microbiano de la fosa.
Así pues, la medida principal es cambiar los productos tóxicos convencionales de mantenimiento de la fosa por productos microbiológicos como Elgan®. Estos que no sólo no destrozan el equilibrio microbiano, sino que lo mejoran. Así pues, presentan una serie de ventajas frente los productos convencionales, y consiguen mejores resultados:
- Son totalmente naturales, no contaminan el entorno ni la salud de los que los utilizan
- Ahorran el coste económico del mantenimiento, vaciados y limpieza, o como mínimo lo reducen
- Neutralizan los malos olores habituales de las aguas residuales
- Trabajan por el buen funcionamiento de las tuberías, previniendo los atascos
- Ayudan a alargar la vida de la fosa ya que no son corrosivos
- Actúan rápidamente
- Reducen la población de insectos alrededor de la fosa
- Son especialmente eficaces con los residuos que podemos encontrar en una fosa séptica: celulosa, materia orgánica, aceites, grasas, etc.
- Tienen un método de aplicación sencillo
A pesar de eso, también es importante intentar hacer un cambio de hábitos con respecto al resto de productos del hogar, ya que todo lo que tiramos por las tuberías va a la fosa y perjudica su rendimiento. Cambiar a detergentes ecológicos, eliminar las lejías o utilizar productos de cosmética natural nos ayudará también a prevenir problemas en nuestra fosa, así como ayudará a mejorar nuestra salud y la del entorno.
No obstante, si decidimos seguir utilizando productos convencionales personales y para el hogar, igualmente podemos utilizar microbiología para nuestra fosa séptica. Únicamente necesitaremos aplicar un poco más de cantidad y conseguiremos los mismos resultados.