PLANTAS SILVESTRES COMESTIBLES

En nuestro entorno podemos encontrar muchas plantas silvestres comestibles, que también podemos cultivar nosotros mismos, y que nos pueden ayudar a tener una dieta más variada

 

Podemos consumir muchas de las plantas y hierbas que hay en nuestro entorno, aunque a menudo no lo hacemos porque las desconocemos. La sabiduría popular sobre las plantas medicinales, las recetas tradicionales con ingredientes al alcance de todo el mundo, etc. Se ha ido perdiendo a lo largo del tiempo.

Evidentemente no podemos consumir una planta que no estemos bien seguros de cuál es, tenemos que saber de qué manera se puede cocinar y conocer su procedencia. En muchos casos, las plantas silvestres comestibles que podemos encontrar están contaminadas por productos químicos utilizados en los cultivos cercanos, por ejemplo.

De la misma manera, pueden contener sustancias que desconocemos, por eso recomendamos cultivar nosotros mismos estos vegetales en lugar de cogerlos directamente del campo, siempre que se pueda.

Si decidimos consumirlos directamente del campo, se deben de lavar minuciosamente antes de consumir para intentar eliminar el máximo de sustancias tóxicas que puedan contener. Si tenemos espacio suficiente, podemos cultivarlos nosotros mismos con cierta facilidad. Son plantas y hierbas que no suelen necesitar mucho riego ni grandes curas.

Además, cultivarlas en casa tiene muchas otras ventajas, además de asegurarnos de su procedencia y composición. Estos son algunos de los beneficios de contar con plantas silvestres en nuestro huerto o jardín doméstico:

  • Mejoran el ecosistema
  • Aportan un extra de valor nutricional a la tierra
  • Aumentan la biodiversidad
  • Sus colores y olores atraen insectos diferentes que repelan plagas
  • Entre otros

Algunas de las plantas y hierbas silvestres más fáciles de encontrar y de incorporar a nuestra dieta son: los espárragos silvestres, el tomillo, el romero, las acelgas silvestres, el perejil, las moras, las ortigas, los cardos, las grosellas, la melisa o el diente de león, entre muchos otros.

Se pueden hacer una gran variedad de recetas. La mayoría de las hierbas aromáticas se utilizan como condimento de guisos, pero también son muy populares las sopas e infusiones. Por otro lado, algunas hojas, semillas o hasta los pétalos de amapola y otras flores, son ingredientes que pueden formar parte de ensaladas y cremas de verduras.

Se debe destacar que son alimentos con muchísimas propiedades y un gran valor nutricional. En muchos casos, se les atribuyen cualidades curativas y aportan un punto diferenciador a nuestros platos. Sus sabores suelen ser más intensos que los que estamos acostumbrados, por lo que recomendamos ir introduciéndolos poco a poco.