Después de tantos años luchando contra las bacterias, utilizando productos agresivos para la salud y el medio ambiente, ¡por fin nos damos cuenta de que lo mejor es fomentar la parte beneficiosa de los microorganismos que va claramente a nuestro favor!
¿Qué son los limpiadores a base de probióticos?
Los limpiadores a base de probióticos contienen bacterias beneficiosas que favorecen la limpieza e higienización. Son microorganismos regenerativos degradadores de materia orgánica (celulosa, grasa, proteínas), combinados con aceites esenciales y enzimas. No contienen productos químicos sintéticos, no dejan ningún residuo nocivo en las superficies ni en el ambiente. Además son eficaces a largo plazo, ya que siguen descomponiendo la suciedad hasta mucho tiempo después de su aplicación.
Cómo funcionan?
La limpieza probiótica parte de este planteamiento: la mayoría de bacterias y microorganismos son beneficiosos para la salud y nuestro entorno. Los microorganismos están en el origen de la vida, están presentes en todos los procesos de la naturaleza y hay pocos que sean perjudiciales o patógenos. Así pues, no tiene ningún sentido que cuando limpiamos nuestro hogar lo hacemos con productos que tienen un efecto antibacteriano que elimina toda la microbiología del ambiente. Limpiar es quitar la suciedad sin romper el equilibrio microbiológico de un determinado ambiente.
El uso continuado de productos antibacterianos es malo para la salud, favorece la resistencia microbiana, no permite una mejor limpieza y contamina el medio ambiente. Los limpiadores a base de probióticos están cambiando el concepto de limpieza e higienización dado su alto poder de limpieza, de ahorro de tiempo y dinero y por ser respetuosos con el planeta.
¿Qué ventajas tiene la limpieza probiótica?
Es eficaz: después de su aplicación, los microorganismos siguen degradando la suciedad durante mucho tiempo.
Es económica: los productos están concentrados, se mezclan con agua. Con medio litro de producto se pueden llenar hasta cien sprays de limpieza. Reduciendo así espacio de almacenamiento, coste de transporte y envases.
Es ecológica: tiene un impacto medioambiental muy bajo tanto en su producción como en su aplicación. No se necesita ninguna protección por su utilización, no es nocivo ni irritante para las personas y animales. El agua residual no contamina los acuíferos, es más beneficiosa para regar el jardín o para mantener las tuberías limpias y sin malos olores. Las sustancias que genera tienen un efecto positivo en el medio ambiente.
Es saludable y segura: La limpieza a base de probióticos no genera resistencia microbiana, mantiene el buen equilibrio microbiano del ambiente inhabilitando los patógenos. Los microorganismos beneficiosos trabajan en armonía con la naturaleza, generando un ambiente favorable a la vida.