Cómo funcionan y cuáles son sus aplicaciones más habituales
La biotecnología utiliza microorganismos vivos para crear nuevos productos y nuevas aplicaciones en muchos sectores. Uno de ellos es el de la limpieza, en el que se han creado un gran número de productos innovadores que son más eficaces que los tradicionales, y que no ponen en peligro nuestra salud ni la de nuestro entorno.
Este tipo de productos contienen bacterias seleccionadas que actúan sobre la suciedad, dividiendo sus componentes orgánicos en más simples y por tanto, más fáciles de eliminar. Estos microorganismos se alimentan de las partículas de suciedad con la ayuda de las enzimas, que son un tipo de proteína que acelera las reacciones químicas y facilita la digestión de los componentes por parte de los microorganismos.
Los limpiadores biotecnológicos se caracterizan por actuar rápidamente sobre muchos tipos de residuos orgánicos como las grasas animales y vegetales, la celulosa o los hidrates de carbono.
Pero su principal diferenciación respecto los productos de limpieza tradicionales es que no son patógenos, es decir que no son perjudiciales para las personas ni para ningún otro ser vivo.
Así pues, los productos de limpieza basados en la biotecnología nos permiten mejorar la eficacia prescindiendo de gases nocivos y olores desagradables, que pueden ser causantes de contaminación del medio ambiente, del aire y de las aguas; y de provocar enfermedades, trastornos y alergias en humanos y animales.
Sus principales usos son los siguientes:
- Limpieza habitual del hogar y otros espacios: es recomendable también para cocinas o talleres mecánicos en los que existe una gran acumulación de grasas.
- Eliminación de manchas orgánicas en tejidos y otros materiales porosos: eliminan restos de hierba, aceites, zumos, sangre, orina o vómito en la ropa, alfombras, sofás, moquetas y tapices, entre otros.
- Desobstrucción y limpieza de tuberías industriales y del hogar: son eficaces para esta aplicación, vertidos directamente en los conductos, pero también después de haberles hecho un primer uso como limpiador.
- Neutralización de olores fuertes y desagradables provenientes de la fermentación orgánica o de heces humanas o animales: son ejemplos de este uso, su aplicación en lavabos, granjas, contenedores, camiones de recogida selectiva, cuadras de caballos, jaulas de mascotas, fábricas cerveceras, entre otros.
- Eliminación de grasas flotantes: en procesos de tratamiento de aguas residuales, las partículas de grasa que habitan en el aire pueden poner en peligro la correcta oxigenación del agua. Con la utilización de estos productos, se eliminaran eficazmente sin poner en peligro la salud de los trabajadores ni malmeter el medio ambiente.
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