VIVIR LIBRE DE QUÍMICOS

Muchos de los productos que utilizamos diariamente contienen químicos nocivos que, además de contaminar el entorno, se van acumulando en nuestro cuerpo y no son eliminados

 

Vivir libre de químicos o el llamado Biosmart Living busca liberar nuestra casa y nuestros organismos de químicos nocivos que conviven con nosotros. Se traduce como “estilo de vida inteligente”, ya que se basa en los resultados de muchos estudios recientes que han demostrado los daños que nos causan muchos productos cotidianos.

El incremento de algunas enfermedades, alergias y otros trastornos, han llevado a la ciencia a preguntarse sobre muchos de los ingredientes que forman artículos que manipulamos diariamente, y que aparentemente, no resultaban perjudiciales para la salud. Se trata de químicos nocivos que forman parte de productos no comestibles, pero que entran en contacto con las personas cada día, como los detergentes, los cosméticos o los envases. Estas sustancias químicas sintéticas se añaden a los productos por diferentes motivos: espumosos, conservantes, antibacterianos, etc. Y penetran en nuestros organismos mediante los alimentos, el agua y el aire.

En los últimos 50 años se han producido más de 100.000 sustancias químicas que combinadas entre si han dado lugar a centenares de miles de sustancias químicas que no existían en la naturaleza.

Nuestro cuerpo funciona por un delicado equilibrio de reacciones químicas y con la presencia de todos estos químicos sintéticos en nuestro ciclo vital, el equilibrio se rompe generando diferentes trastornos de salud. Un reciente estudio de la Fundación Mundial para la Vida Salvaje revela que al menos 300 químicos que utilizamos diariamente tienen una regulación insuficiente o nula, ya que supuestamente no son ingeridos por humanos. Aún así, estas sustancias terminan apareciendo en nuestro organismo, y por eso, tenemos que intentar evitar los sulfatos y otras sustancias no reguladas.

La desinformación y la cotidianidad de su utilización, hacen que no los percibamos realmente como el peligro que son, y sigamos consumiéndolos sin darnos cuenta. Se debe añadir también que algunos productos que estaban calificados como “seguros”, se ha demostrado posteriormente que también son perjudiciales. Así que creemos que es la hora de buscar alternativas a todos estos productos.

WWF está realizando campañas a nivel global respecto a sustancias de este tipo, con el objetivo que se acaben prohibiendo, exista una regulación adecuada y se ofrezcan alternativas más seguras. Algunos de estos químicos son:

-De alteración hormonal o trastorno endocrino: pueden perjudicar gravemente los procesos biológicos naturales y causar trastornos neurológicos, reproductivos, de conducta y desarrollo.

-Persistentes: perduran en el medio ambiente durante períodos de tiempo muy largos ya que no se descomponen.

-Bio-acumulativos: se generan en nuestro organismo o en el de otres éssers vius, i poden passar d’una generació a una altra.

Tenemos que intentar evitar este tipo de sustancias y sustituirlas por productos más naturales, e igual de eficaces. Algunos consejos para mantener nuestra casa libre de químicos, y hacer que sea un espacio saludable:

  • Limpiar sin ensuciar, utilizando productos naturales
  • Tener plantas que nos ayuden a depurar el aire
  • Utilizar pinturas y materiales saludables
  • Renovar el aire, ventilar el hogar y dejar entrar la luz solar
  • Mantener una dieta equilibrada y muy variada, con productos de proximidad y de temporada
  • Evitar los alimentos procesados
  • Apagar el WIFI y otros aparatos que quedan en standby durante la noche