DESCUBRE QUÉ PROCESO DE COMPOST DOMÉSTICO TE PUEDE IR MEJOR

Cómo hacer compost en casa para que funcione bien, no se generen malos olores y no sea demasiado largo. 

Cada vez somos más los que aprovechamos los residuos orgánicos del hogar para hacer compost. Hay muchas formas de hacerlo, aquí te damos algunas pistas sobre cómo elegir el que se adapte a tus necesidades. Puedes hacer a un compostaje aeróbico, es decir que entre el oxígeno o un compostaje anaeróbico, sin oxígeno. El primero se puede hacer en un compostador convencional, con lombrices o en pila. El segundo en un cubo hermético que separe el líquido del sólido y con bokashi .

¿Cuáles son los elementos a tener en cuenta?

  1. La cantidad de residuos orgánicos que tendremos: La cantidad variará en función de si tenemos o no huerto o jardín y cuantos seamos en la família.  Si comemos siempre en casa y que tipo de dieta llevamos. 
  2. La composición de estos residuos: Los restos orgánicos se suelen clasificar según su relación carbono/nitrogeno. Los primeros són más leñosos y los segundos más verdes y tiernos. En un cubo de compost se aconseja mezclar ambos tipos de residuos para optimizar el proceso, mejorar la estructura del compost y evitar que se pudran los residuos. Se aconseja que esta proporción sea de 1 parte de carbono por 2 de nitrógeno. Si tenemos muchos residuos verdes deberemos añadir a nuestra pila de compost un estructurante (paja, cartón, serrín…). Si optamos por un compostador anaeróbico podemos echar solo residuos verdes que iremos cubriendo con Bokashi.
  3. El espacio para poner el compostador y donde colocarlo: Si vivimos en un piso y no tenemos ni terraza ni balcón el cubo Bokashi será la solución perfecta. Si disponemos de espacio al aire libre podemos optar por un compostador aeróbico o hacer una pila de compost. Eso si tendrá que estar en un lugar protegido del sol.
  4. El espacio para esparcir o almacenar el compost: Una vez que las pilas de compost o el cubo de bokashi estan acabados necesitan un periodo de reposo y en ese momento necesitaremos el espacio para empezar la siguiente, así que también tendremos que preveer este espacio.

Teniendo en cuenta estos elementos debemos saber que el resultado de un proceso anaeróbico o aeróbico es muy distinto, aunque ambos son perfectos para nuestras plantas y suelos. En el primero, sin aire, los residuos se van poniendo en el cubo, y se van cubriendo cada vez con una capa de Bokashi. El cubo cierra hermeticamente y dispone de una rejilla con grifo que separa los residuos sólidos del líquido que se va generando durante el proceso. Este lixiviado se extrae cada dos o tres días y puede usarse como abono para las plantas diluido en 1:10 partes de agua. Una vez el cubo esté lleno debe dejarse reposar e ir sacando el líquido durante dos semanas. Mientras podemos empezar con el otro cubo. Transcurridos estos días obtendremos una base para mezclar con tierra y obtener compost en un mes de reposo. O enterrarlo cerca de nuestras plantas para que vayan absorbiendo sus nutrientes.  

En el caso que optemos por un compostador iremos rellenando combinando los residuos secos y verdes removiendo la pila de vez en cuando para airearla y que no haya putrefacción ni malos olores. Para hacer el proceso más rápido, y obtener un compost de mejor calidad podemos utilizar Elgan® Esta combinación de microorganismos y minerales degradará la materia orgánica rápidamente, aportará más oxigeno y obtendremos un compost más rico en microorganismos esenciales para el intercambio de nutrientes entre las plantas y el suelo. Una vez que nuestro compost esté terminado podemos usarlo esparciéndolo sobre el suelo alrededor de nuestras plantas y árboles.